La experiencia de Integralia en Haití, interés de la prensa ciudadrealeña
El medio digital El Crisol de Ciudad Real entrevista a Pablo Arévalo, jefe del proyecto de la reconstrucción del Hospital Universitario de Puerto Príncipe.
El medio digital El Crisol de Ciudad Real entrevista a Pablo Arévalo, jefe del proyecto de la reconstrucción del Hospital Universitario de Puerto Príncipe.
El Protocolo de Seguridad Personal se aplica a todas las actividades que se desarrollen en el extranjero, ámbito en el que se encuentra su mayor cartera de obras.
Una calurosa bienvenida y un protocolo de seguridad para que nuestros empleados se sientan respaldados. Estas son las dos primeras cosas que reciben los compañeros recién incorporados al equipo de Integralia. Dos cuestiones que no son baladí cuando se trata de hacerles sentir parte de un grupo de profesionales tan cohesionado como cuidado.
Debido al aumento de obras en el exterior – Argelia, Irak, Colombia, Haití, Noruega, Bélgica…- Integralia puso en marcha un protocolo de seguridad para preservar la integridad personal de sus empleados ante cualquier imprevisto que pudiera surgir. Un documento vivo, que se completa constantemente con las aportaciones de nuestros empleados, y en el que pueden encontrar información útil sobre procedimientos a seguir en casos excepcionales y en cada obra concreta.
Las delicadas situaciones políticas en países como Irak o la exposición a catástrofes naturales en otras zonas como Haití no pueden ser pasadas por alto cuando queremos ofrecer las máximas garantías a nuestros empleados. Entre las situaciones contempladas en el protocolo , que escapan al control de Integralia, pueden ir desde actos de guerra o invasión, pasando por terrorismo, revoluciones o disturbios, hasta catástrofes como terremotos, inundaciones o huracanes, entre otros.
La información, principal aliado de seguridad
En esos casos, y siempre bajo el control del máximo representante de Integralia en la zona, se aplicará un protocolo de seguridad cuya premisa principal se basa en la información. En este sentido es básico que los empleados conozcan datos como direcciones de hospedaje o números de teléfono propios y de las personas que haya que localizar en España en caso de necesidad. Una información que se completa con la de obligada presentación ante la embajada para dar cuenta de la estancia en el país.
Pero, ¿qué incluye el protocolo de seguridad? El inicio se reserva para la clave de activación del protocolo así como el punto de encuentro seguro tanto dentro como fuera de la obra y su ruta de evacuación. Posteriormente, se indica los medios de locomoción a emplear y la dirección de la Embajada y/o Consulado de España donde acudir y la persona de contacto. En el caso de no existir, se facilita la de otro país de la Unión Europea. Finalmente ofrece la dirección y teléfono del hospital o centro asistencial Fremap más cercanos a la obra, la ruta de evacuación a España, sus medios de locomoción y lo imprescindible para el equipaje de mano.
Aunque deseamos no tener que utilizarlo nunca, el protocolo puede ayudar a mantener seguros a nuestros compañeros. Por eso es tarea de todos mantenerlo actualizado y colaborar para que lo único que recordemos de nuestro trabajo sean los éxitos.
Gregorio Monzón, toledano de 28 años y Jefe de Obra de la reconstrucción del Hospital Universitario del Estado de Hatí, llegó hace un año a Puerto Príncipe de la mano de Integralia para proporcionar a los haitianos » un lugar para sanarse y recuperarse”.
La labor que está realizando Integralia en Haití con la reconstrucción del Hospital Universitario del Estado de Haití, en Puerto Príncipe es uno de esos proyectos que dejan huella en la empresa y en los trabajadores que forman parte de él. No podía ser de otra forma cuando nos referimos al levantamiento de un servicio tan necesario y que fue arrebatado por un terremoto que a su vez dejó una gran huella negra en la ciudad que será imposible borrar.
Así lo considera nuestro compañero Gregorio Monzón, un joven toledano de 28 años, que no dudó en embarcarse en la “oportunidad” que Integralia le brindó para capitanear la reconstrucción del Hospital Universitario de Puerto Príncipe como Jefe de Obra. El reto comenzaba hace aproximadamente un año aún más si cabe con las señas de Integralia en el corazón: “comprometidos con el origen del bienestar”.
“Esta gente necesita mucha ayuda”
Con una ayuda humanitaria propagada por todas partes como boyante y con la publicidad de medio mundo volcado hacia Haití, lo cierto es que la llegada de Integralia supuso en gran contraste. Así lo explica Gregorio quién no duda en señalar que “lo que se ve desde fuera no es lo mismo que lo que vivimos desde dentro”. En este sentido, explica que los debilitados cimientos del país y el caos generado tras el terremoto hacen que “todo vaya demasiado lento y que seis años después tengamos que seguir reconstruyendo el hospital más grande de Puerto Príncipe”.
La inestabilidad política del país ha hecho que la experiencia de Gregorio se convierta en una carrera de fondo no exenta de obstáculos desde que llegara al país en marzo de 2015. Sin un gobierno formado que trabaje con una línea continúa, las dificultades llegan incluso hasta el ámbito de la construcción. No obstante, el jefe de obra de Integralia en el Hospital de Puerto Príncipe incide: “esta gente necesita mucha ayuda y nosotros vamos a proporcionarles un lugar para sanarse y recuperarse”.
La importancia del equipo
El recelo que las delegaciones extranjeras levantaban entre los haitianos a su llegada tampoco facilitaron demasiado las cosas. Con el único anhelo de superar el trauma del terremoto, la población lugareña no tardó en darse cuenta de la importante labor de ayuda de Integralia, no solo con la reconstrucción del hospital si no también con la formación de personal.
Actualmente trabajan en el equipo seis haitianos que “de la mano de Integralia se han convertid en auténticos profesionales cualificados para cualquier tipo de proyecto”, como señala Monzón para añadir en esta línea que “seguro que se quedan buen recuerdo de nosotros”.
La misma buena sensación que Gregorio recordará porque su primera obra fuera de España “supone un orgullo con aprendizaje continuo”. Y “aunque al principio cuesta, estamos muy respaldados por la empresa y tenemos muy buen trabajo en equipo: ¡somos Integralia, todos a una!”.