Noruega: soldar a temperatura bajo cero
Enfrentarse a desafíos climáticos en la construcción de estructuras metálicas ha sido uno de los retos de Integralia durante su participación en el mayor proyecto ferroviario de Noruega
Las condiciones meteorológicas condicionan la realización de una obra y cuando las temperaturas son extremas es necesario aplicar nuevas técnicas que refuercen los procesos constructivos de las estructuras metálicas. Nuestra participación en el mayor proyecto ferroviario de Noruega ha sido un ejemplo de ello.
Allí, y en colaboración con OHL, llevamos a cabo los trabajos de una cimbra y un puente arco de 450 toneladas de acero para un paso superior que intercomunica las dos partes de la localidad de Ski al sudoeste de Oslo, y que da acceso a la nueva estación de transporte ferroviario.
El objetivo de una soldadura es crear estructuras resistentes y la temperatura es determinante. Si el enfriamiento es rápido aumenta el peligro de fugas, porosidades o grietas antes, durante o tras el proceso de soldado.
La adaptación a las necesidades climatológicas es básica para elegir los elementos de sujeción y la secuencia de la soldadura que vamos a poner en marcha.
Lo más importante es conseguir en campo las condiciones adecuadas de trabajo que aseguren la correcta ejecución de las soldaduras. Para ello será preciso conseguir una zona de trabajo protegida de las condiciones climatológicas, viento, lluvia o nieve y precalentar tanto el área como las piezas a soldar. Para ello se aísla un volumen adecuado mediante estructuras auxiliares cubiertas y se calientan las piezas por diversos métodos (mecheros o resistencias). Es preciso recordar que por debajo de cinco grados centígrados no se permite efectuar soldaduras de aceros.
Ante una bajada acusada de temperaturas
Cuando las temperaturas bajan de forma acusada, una de las técnicas más usadas es la soldadura por arco con electrodo metálico revestido (SMAW) porque abarca diferentes formas capaces de unir distintas clases de aceros (baja y alta aleación, alta resistencia, templados y revenidos o inoxidables).
El calor de la soldadura es generado por un arco eléctrico entre el metal base y el metal de aporte, es decir, el arco se inicia tocando el electrodo con el metal base. El calor del arco funde la superficie del metal base y se forma un charco fundido. El metal del electrodo se transfiere a través del arco hacia el charco y se convierte en el metal de soldadura depositado. El arco y el área quedan envueltos por el gas de protección producido por la desintegración del revestimiento del electrodo. Es importante tener en cuenta que, hay que limpiar perfectamente la pieza de trabajo mediante un cepillo de acero, eliminando las partículas de suciedad, grasa, pintura u óxido.
Una de las ventajas de soldar con esta técnica es que aporta mucha flexibilidad y se puede soldar muchos metales en diferentes posiciones.
Nuestro equipo profesional de construcción y montaje ha demostrado su capacidad de ejecución en estas condiciones en la obra de Ski. Sin duda, una difícil realización técnica en condiciones extremas. La clave ha sido la tecnología y un personal cualificado.